LA PSICOLOGÍA MARCA GOL

23 Jun 2006

Con motivo de la celebración del Mundial de Fútbol 2006, Infocop Online entrevista para sus lectores a Miguel Morilla Cabeza, psicólogo y Director del Equipo Técnico de Psicólogos del Sevilla FC, un equipo pionero en la intervención psicológica en el ámbito del fútbol español.

En esta entrevista se abordan cuestiones de gran actualidad en el panorama deportivo en nuestro país, tales como el estado de la cuestión de la Psicología del Deporte en el fútbol, el papel que la Psicología puede jugar en el deporte en general y las declaraciones vertidas recientemente por Luis Aragonés, técnico de la selección española, a una conocida cadena de televisión, en las que manifestaba haber recurrido a psicólogos extranjeros para intervenir con la selección española, debido a la falta de buenos profesionales de la Psicología en España.

ENTREVISTA

¿Cuándo y cómo surgió la iniciativa de poner en marcha un equipo de psicólogos en el Sevilla Fútbol Club?

Hace ocho años, y después de algunas colaboraciones con entrenadores y técnicos del Sevilla FC, se me ocurrió la idea de darle forma a un proyecto de trabajo psicológico con los equipos del mismo. Fue aquélla una temporada dura, estábamos en segunda división y las circunstancias económicas eran límites. A pesar de ello, defendí el proyecto ante los directivos responsables en aquel momento.

 

Afortunadamente, el entonces Director Deportivo, Vicente Miera, nos apoyó, como así lo hizo el responsable de la cantera, Pablo Blanco. El proyecto era ambicioso, ya que intentábamos llegar a más de trescientos futbolistas. Por ello, decidí contar con un plantel fuerte, motivado y sevillista; esos fueron los cuatro componentes (M. Ángel Gómez, Juan Manuel Gamito, José Enrique Sánchez y Mercedes Valiente) que conjuntamente conmigo, y con la inestimable colaboración del profesor Caracuel, conformamos el grupo inicial.

Posteriormente hemos ido creciendo y, actualmente, lo conformamos siete psicólogos (se incorporaron Enrique Arroyo y Pilar Martín), más dos educadores, además de dos psicólogos en prácticas.

Para llegar a esta situación, se ha tenido que trabajar muchísimo; hemos estado obligados a crear instrumentos, a ofrecer herramientas útiles, a ser expeditivos. Actualmente somos un grupo de psicólogos privilegiados, apoyados desde todas las esferas y ámbitos de nuestro Club.

¿Cuáles son los objetivos principales que os planteáis desde el equipo de psicólogos?

Nuestros objetivos, evidentemente, están contextualizados. Nuestra referencia son los objetivos del Club, y es ahí donde se produce esa mutua interacción: nosotros tenemos de referentes los grandes fines del Club, y el Club tiene en cuenta nuestras aportaciones no sólo deportivas, sino también institucionales.

Destacamos, entre otros, los siguientes objetivos:

1.- Colaborar en la formación integral del futbolista.

2.- Preparar a los futbolistas para la alta competición.

3.- Asegurar una formación humana, paralela a la deportiva.

4.- Colaborar con la institución deportiva en todas aquellas parcelas que crea conveniente.

5.- Trabajar conjuntamente con los técnicos en la aportación de jugadores de máximo nivel al primer equipo.

6.- Potenciar en los jugadores el cariño y sentimiento de pertenencia al Sevilla FC.

Recientemente, en el último congreso internacional de entrenadores de fútbol, se ha reconocido públicamente el trabajo desempeñado por el equipo de psicólogos del Sevilla FC. Este reconocimiento confirma, una vez más, la relevancia de la atención psicológica en el deporte. Desde tu punto de vista, ¿qué factores psicológicos están más íntimamente relacionados con el deporte de alto rendimiento?

Pienso que los aspectos más relacionados con el alto rendimiento son los que, a su vez, están más relacionados con la competición misma. El manejo de los estados emocionales, la ansiedad, el estrés, etc., son decisivos en el rendimiento máximo.

No olvidemos que la presión que origina el resultado, el público, la evaluación ajena, la propia evaluación… no siempre es bien llevada por los deportistas, que en muchos casos, son muy jóvenes o tienen pocos recursos psicológicos para el manejo de aquellos estados emocionales citados anteriormente.

 

La cohesión, el buen clima, la motivación colectiva, el establecimiento de objetivos comunes… son fundamentales, tanto en un plano individual, como de equipo. Todo ello no quita que cada deporte tenga sus propias características y peculiaridades, y que cada deportista sea un pequeño mundo. En cualquier caso, es obligación del psicólogo adaptar su trabajo a las circunstancias concretas de la situación deportiva particular.

Quizás la imagen más explícita que los medios de comunicación transmiten del papel del psicólogo deportivo es aquella en la que el profesional atiende a los jugadores en momentos de máximo estrés y presión ante un evento deportivo importante, pero su labor va mucho más allá de estos momentos puntuales. ¿En qué consiste el trabajo diario de un psicólogo deportivo en un club deportivo como es el Sevilla FC?

Un psicólogo del deporte es un técnico más, y así debería de ser en todos los lugares donde se desarrolle esta labor. Como tal, debe participar en la preparación general del deportista, conjuntamente con los demás profesionales.

La propuesta de trabajo multidisciplinar pensamos que debe ser lo recomendable, ahí cada uno debe aportar sus conocimientos y dominios particulares, pero enlazados y coordinados con las aportaciones de los demás. Dicho esto, se entenderá que el psicólogo del deporte no actúa ni aislada ni puntualmente.

El psicólogo del deporte que se precie, evitará la ocasionalidad, huirá de la marginalidad y escapará de cualquier planteamiento asistemático, contraplanificador o metamágico. Un psicólogo del deporte es, y debe ser siempre, un técnico del deporte.

El trabajo de los psicólogos del Sevilla FC va en esa línea. Cada uno tiene su cometido, sus equipos asignados, sus jugadores correspondientes. Cada uno de nosotros, dentro de las funciones asignadas, realiza su plan de trabajo, en función de un superplan general de actuación marcado a principios de temporada, y que pasa por el seguimiento académico de cada jugador, la atención de las necesidades psicológicas de cada deportista, la orientación al entrenador en aspectos relacionados con lo psicológico y metodológico, así como la preparación psicológica para la competición… entre otros cometidos.

En estos momentos el fútbol está de máxima actualidad con la celebración del Mundial 2006 y recientemente pudimos ser testigos en televisión de unas declaraciones de Luis Aragonés, manifestando la falta de «buenos psicólogos españoles en el ámbito del fútbol» y justificando de esta manera la necesidad de recurrir a profesionales extranjeros, ¿qué opinión te merecen estas declaraciones? ¿Consideras que España cuenta con psicólogos formados en este campo de trabajo?

Si soy sincero, y tengo la obligación personal y gremial de serlo, diré que estoy indignado por todo esto, por varios motivos que, a continuación, intentaré ordenar.

Lo primero, decir que «no hay buenos psicólogos en el fútbol español» es decir que no tiene la más mínima información de lo que hay en «su fútbol» (y no se ha preocupado en obtenerla).

 

A veces me pregunto para qué sirven tantos informadores (con buenas dietas) repartidos por todo el Estado Español. Así, a bote pronto, podría soltar una larga lista de buenos psicólogos del deporte españoles, con bastantes años de experiencia (que me perdonen los que no nombre): aparte de los miembros de mi grupo (Gómez, Gamitos, Arroyo, Valiente, Martín, Sánchez), menciono a J. Carlos Jaenes y J. Carlos Caracuel de Sevilla, Alex García de Mallorca, Aurelio Olmedilla de Murcia, Ricardo de la Vega de Madrid (Rayo Vallecano), Alejo de Madrid (AT. Madrid), J. M. Buceta de Madrid (Real Madrid), además de Dóssil, Rosana LLames, J. Martí, J. Cruz, E. Cantón, F. Suay, Gordillo, Guillén, J. Tomás, Bedoya, Mora… y así podría seguir.

Quizás habría que enviarle una orla con las fotos y los currículos de todos nosotros. Sinceramente, esto es lamentable, tantos años esperando un psicólogo en nuestra selección y cuando deciden incorporarlo, buscan a alguien con formación, experiencia y titulación psico-deportiva, al menos por «confirmar».

No deja de ser curioso el hecho de que el elegido sí contaba con un perfil adecuado, el resto no. Quizás deberíamos incorporar en nuestro currículo aquello de que, además de todo lo hecho y trabajado, «somos sobrino de…».

No quiero que parezca esto una pataleta. Sí es verdad que nuestro equipo de trabajo presentó en dos ocasiones un proyecto de trabajo psicológico para la Selección Española, que iba más allá del trabajo con los futbolistas seleccionados en las distintas categorías; además de eso, incluía un plan de revitalización del cariño y apego absoluto al seleccionado.

En fin, esperemos que los éxitos acompañen a nuestra Selección, que el supuesto psicólogo sea efectivamente psicólogo (con su número de colegiado y demás), que no humillen mucho al gremio nuestro, y aquello de «Virgencita, virgencita, que al menos nos dejen como estábamos (a los psicólogos del deporte, claro)».

¿Qué consideras que pueden hacer los psicólogos en deporte profesional tanto por la Psicología como por sus profesionales?

Seguir trabajando como sabemos, siendo sistemáticos, ordenados y, sobre todo, honrados con nosotros mismos y con los demás.

Además, creo que es fundamental contar nuestras experiencias, intercambiar conocimientos. Nosotros hemos estado ya en bastantes jornadas y congresos compartiendo nuestro aprendizaje. De hecho, últimamente estamos siendo invitados por delegaciones de Colegios de Psicólogos para dar cursos de capacitación profesional. En este sentido, no tenemos ningún reparo (siempre y cuando la agenda lo permita) en visitar distintos lugares de España, contando nuestra experiencia (quizás única en el mundo). Pensamos que compartir es ayudar, difundir es aportar y enseñar es crecer.

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