Intervenir con prácticas contemplativas para mejorar la calidad de vida en profesionales de la salud
20 Abr 2020
| ||||
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el burnout, síndrome de estar quemado o de desgaste profesional como enfermedad tras la última revisión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11), que entrará en vigor a principios de 2022. Se reconoce así su relevancia por numerosos estudios que han visibilizado las elevadas cifras de síndrome de burnout que sufre la población de profesionales de la salud en todo el mundo, y que lo convierten en objetivo clave para nuestro sistema sanitario. Además, y de forma más reciente, se ha encontrado también otro síndrome que está afectando al personal sanitario, la fatiga por compasión, un agotamiento debilitante causado por las respuestas empáticas de los profesionales a sus pacientes. Beth Stamm (2010) fue una de las primeras en estudiar este fenómeno que, junto con la satisfacción con la compasión, la derivada de ayudar a los pacientes, conforma la calidad de vida profesional. Llevar a cabo programas de intervención que mejoren la calidad de vida profesional es vital, no solo para mejorar el bienestar de los propios profesionales, sino también para mejorar la satisfacción de los pacientes y la calidad del cuidado. |
| |||
Entre las principales estrategias para mejorar la calidad de vida de los profesionales, la mejora de la autoconciencia o mindfulness ha ido ganando relevancia en los últimos años (Sansó et al., 2015). El mindfulness, un estado de mente caracterizado por focalizar la atención en el momento presente, con aceptación y sin juzgar, puede ser entrenado mediante la meditación. A través de este tipo de programas, se ha conseguido disminuir los niveles de burnout y fatiga por compasión de los profesionales, mejorando su satisfacción. También la compasión, la conexión con el sufrimiento de los demás y el deseo de aliviarlo, ha mostrado ser un importante protector de la calidad de vida profesional. Aquellos trabajadores con mayores niveles de compasión tienden a quemarse menos y a estar más satisfechos con su trabajo (Galiana et al., 2019). De la misma forma que el mindfulness, existen programas que entrenan y mejoran la compasión de los profesionales, mejorando así su calidad de vida. A pesar de que se han documentado los resultados de tales intervenciones, pocos estudios se conocen que comparen de forma sistemática y científica sus resultados, lo que limita el conocimiento sobre qué programas funcionan mejor para diseñar acciones e invertir los recursos necesarios para ello. Equipos interdisciplinares de la Universitat de les Illes Balears y de la Universitat de València, desarrollan desde el año 2015 investigaciones para evaluar el papel de variables como la compasión y el mindfulness en la calidad de vida de los profesionales de la salud, recientemente financiado por el Programa Estatal de I+D+i Orientada a los Retos de La Sociedad (Proyecto RTI2018-094089-A-I00, dirigido por las profesoras Laura Galiana y Noemí Sansó). El objetivo de la investigación que se presenta, en las que también ha colaborado el Colegio Oficial de Médicos de las Islas Baleares, es doble: (1) evaluar la eficacia de dos intervenciones basadas en prácticas contemplativas: el Programa de Reducción del Estrés Basado en Mindfulness (MBSRT por sus siglas en inglés) y el Programa de Cultivo de la Compasión (CCT); y (2) comparar su efectividad en el contexto de profesionales de la salud, promoviendo así una mejor inversión de los recursos. Dentro de esta línea de investigación, recientemente se ha publicado en la revista Psychosocial Intervention, un estudio con una muestra de 50 profesionales de la salud de las Islas Baleares en el que se ponen a prueba ambas intervenciones, evaluando sus efectos en variables clave: mindfulness, empatía, auto-compasión y calidad de vida profesional. Se comprueba que los participantes, tras realizar ambos programas, mostraron mejoras en los niveles de las variables estudiadas: mindfulness, empatía, auto-compasión y calidad de vida profesional, con mayores beneficios para los profesionales que recibieron el entrenamiento en MBSRT. Así pues, los resultados apuntaron que tanto la MBSRT como la CCT son herramientas que permiten a los profesionales de la salud mejorar sus niveles de burnout, fatiga por compasión y satisfacción con la compasión, a través del aumento de sus niveles de mindfulness, auto-compasión y empatía. Adicionalmente, la intervención MBSRT parece la más adecuada en este contexto, pues tuvo mayores efectos sobre el mindfulness y el burnout, consiguiendo así mayor bienestar de los profesionales participantes. Teniendo en cuenta la alta prevalencia del síndrome de burnout tiene en los profesionales de la salud, estratégicamente estos programas deberían de ser una prioridad para el sistema sanitario. Se trata de propuestas de intervención factibles, que mejoran el bienestar de nuestros profesionales sanitarios, y con ellos la calidad del cuidado y la seguridad de los pacientes, estrechamente relacionadas. El artículo completo puede encontrarse en la revista Psychosocial Intervention: Sansó, N., Galiana, L., González, B., Sarmentero, J., Reynes, M., Oliver, A., y Garcia-Toro, M. (2019). Differential Effects of Two Contemplative Practice-based Programs for Health Care Professionals. Psychosocial Intervention, 28(3), 131-138. | ||||
| ||||
|