El 21 de febrero, La Vanguardia publicó un artículo titulado “El psicólogo en el diván” en el que se denunciaba la falta de profesionales de la psicología en la sanidad pública y los inconvenientes que este hecho causa en la prevención y el cuidado de las personas. Entre los diferentes profesionales entrevistados para ilustrar la noticia, me consultaron a mí, Josep Vilajoana, como decano del COPC.

A raíz de la publicación de este escrito he recibido y he leído en las redes diferentes comentarios, quejas e interpretaciones (algunas muy peculiares) sobre las declaraciones publicadas ya que se consideran incorrectas o inexactas. En este sentido, quiero puntualizar algunas informaciones.

Si bien es cierto que se pueden encontrar algunos comentarios que no son del todo precisos, la mayoría de las respuestas en circulación hacen referencia a distorsiones del significado de las palabras y de las declaraciones. La voluntad del COPC, y la mía como su representante, es defender la profesión en todas sus formas y disciplinas y potenciar mejoras en las condiciones laborales de los psicólogos y psicólogas. Para ello es necesario, a menudo, hacer denuncias públicas de sistemas administrativos obsoletos que no fortalecen el tejido, en este caso el sanitario y que no contribuyen a mejorar la atención de las personas desde la sanidad pública.

También quiero poner de manifiesto que lo expuesto en el artículo son principalmente opiniones sobre hacia dónde debe ir la profesión en el ámbito público. Compromisos que defenderemos desde el COPC trabajando con los representantes de todos los colectivos implicados. Otro aspecto muy diferente es la legalidad existente y las estructuras que la administración ha dispuesto para establecer el circuito curricular para poder ejercer como psicólogo/a en la sanidad pública. Esta es una cuestión muy compleja, pero que precisamente por eso, hay que abordar con generosidad por el pasado y con visión de futuro, con una mirada abierta y amplia.

Reitero una vez más, la flagrante falta de profesionales de la psicología en este ámbito. Los datos reflejan esta gran diferencia con el resto de países de la Unión Europea.

Pienso que es fundamental abrir debate y generar preguntas e inquietudes no sólo en el ámbito profesional sino también en la opinión pública. El artículo pretendía despertar este interés y así contribuir a la reflexión sobre puntos clave en la atención psicológica en la sanidad pública y las trabas legales que encontramos en nuestra profesión. En estos momentos, son hitos imprescindibles acordar el itinerario formativo de los futuros psicólogos, la creación de nuevas especialidades reconocidas oficialmente, la estructuración de los servicios públicos de psicología, su coherencia con los modelos mixtos de atención público-privado, etc.

Como siempre, desde el COPC trabajaremos para conseguir avances en este sentido e intentar que la atención a la ciudadanía sea de calidad en todos los sectores de la psicología.