EXPERIENCIA EXITOSA DEL TRATAMIENTO PSICOLÓGICO PARA LA OBESIDAD INFANTIL
9 Mar 2010
Más de 80 niños de la provincia de Alicante se han beneficiado con éxito de un programa de intervención psicológica para la obesidad. La iniciativa ha sido promovida por la Fundación Salud Infantil de Elche y comenzó a implantarse hace un año y medio en diversos centros de esta provincia.
El programa de intervención incluyó la prescripción por parte de un médico especialista de una dieta alimenticia (con seguimientos cada 6 meses realizados por personal de enfermería), junto con sesiones grupales de tratamiento psicológico.
Tal y como se recoge en adn.es, el Presidente de la Fundación y jefe del Servicio de Pediatría del Hospital General, Fernando Vargas, en una entrevista concedida a la agencia EFE, ha asegurado que uno de los factores que más ha influenciado en el éxito del programa ha sido la atención psicológica que se ha prestado a los menores, cuyos resultados han sido «impresionantes», ya que muchos de los participantes han perdido hasta 20 kilos de peso.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. En España, en los últimos 15 años, se ha triplicado el número de niños con sobrepeso. Actualmente el 16,1% (un 11% más que hace cinco años) de los menores de entre 6 y 12 años es obeso, o lo que es lo mismo, uno de cada cuatro, situando a nuestro país en el cuarto de la Unión Europea con mayor número de niños con problemas de obesidad.
La obesidad infantil puede dar lugar a serias complicaciones en la etapa adulta, como enfermedades cardiovasculares, colesterol, hipertensión, cáncer, diabetes, afecciones respiratorias, artritis y enfermedades de la piel, entre otras. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la obesidad un grave problema de salud pública.
En este sentido, y según recomienda el Instituto para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido (National Institute for Health and Clinical Excellence- NICE), el abordaje de los trastornos de alimentación debe ser integral, contando con la participación conjunta de nutricionistas y psicólogos, dada la eficacia que ha demostrado, en concreto, la terapia cognitivo-conductual para el abordaje de estos problemas de salud.
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