EL DOLOR EN NIÑOS CON CÁNCER: TÉCNICAS PSICOLÓGICAS PARA SU AFRONTAMIENTO

22 Mar 2010

Mireia Orgilés(1), Xavier Méndez(2) y José P. Espada(1)
(1)
Universidad Miguel Hernández de Elche y (2)Universidad de Murcia

Los avances en los tratamientos médicos han logrado que la tasa de mortalidad en el cáncer infantil se haya reducido considerablemente. Sin embargo, el cáncer en los niños sigue siendo una de las enfermedades más temidas y que despierta mayor consternación en la sociedad.

El dolor es una de las principales causas de sufrimiento y que perturba su calidad de vida. De hecho, la mayoría de los niños y adolescentes lo consideran el peor aspecto de la enfermedad, sobre todo el dolor que procede del tratamiento médico y de los procedimientos diagnósticos. Los niños enfermos de cáncer deben someterse a numerosos procedimientos médicos que consideran incluso más dolorosos y ansiógenos que la propia enfermedad. Por ejemplo, los análisis de sangre o algunas pruebas diagnósticas como la punción lumbar o aspiración de la médula ósea pueden suscitar mucha ansiedad y resultar dolorosas para el niño. Del mismo modo, los tratamientos para el cáncer infantil suelen ser bastante intrusivos, requieren continuas visitas al hospital y diversos cuidados en el hogar.

Para reducir el dolor en el cáncer infantil, se utilizan terapias farmacológicas que son muy eficaces cuando se administran bajo la supervisión del personal sanitario. Junto a los tratamientos farmacológicos, existen también sencillos procedimientos psicológicos para reducir las sensaciones dolorosas del niño frente a la enfermedad o a los tratamientos médicos. Por ejemplo, las técnicas de relajación y respiración, la distracción, las técnicas de visualización, el manejo de contingencias y la hipnosis han demostrado ser eficaces para reducir el dolor en el niño con cáncer. 

Mediante las técnicas de control de la respiración y la relajación se puede reducir la ansiedad y la tensión muscular que con frecuencia acompañan al dolor. Cuando se aplica al niño un procedimiento médico doloroso, suele producirse en él una respuesta de tensión muscular en la zona afectada que puede incrementar su dolor, lo que contribuye a su vez a aumentar todavía más la tensión muscular de esa parte del cuerpo, provocando más dolor y así sucesivamente. Las técnicas de respiración y relajación reemplazan la tensión por una reacción incompatible a ésta que alivia la sensación subjetiva de dolor.

Las técnicas de distracción pretenden alterar la percepción sensorial del dolor, desviando la atención de la experiencia dolorosa y dirigiéndola a otro tipo de estimulación. De este modo, el dolor y la ansiedad del niño será menor si en lugar de centrar su atención en el procedimiento médico y en la sensación que siente en su cuerpo la desvía a una imagen o elemento agradable, como puede ser un juguete, escuchar un cuento o simplemente pensar en alguna imagen o experiencia agradable que evoca en él sensaciones positivas y reduce de ese modo su malestar. Además, cuanto más concentrado esté en el estímulo agradable, es más probable que se reduzca la sensación dolorosa. Existen también algunas técnicas de visualización que pueden utilizarse para modular la experiencia de dolor. Por ejemplo, el niño puede dirigir la atención hacia la zona que le duele y conforme respira lentamente imaginar que el dolor sale de su cuerpo cada vez que exhala el aire.

Por otro lado, mediante técnicas basadas en el control de las consecuencias de la conducta pueden reducirse las reacciones de dolor cuando son reforzadas por el ambiente. El objetivo de dichas técnicas consiste fundamentalmente en administrar refuerzo cuando aparece la conducta deseada, por ejemplo cuando el niño colabora en los procedimientos médicos sin manifestar quejas o rabietas. Se pueden emplear refuerzos de tipo social, como felicitar al niño por su valentía acompañándolo de un gesto afectivo, o también algún tipo de reforzador material como pequeños juguetes, cromos, chocolate, o algún premio que le resulte muy agradable.

Junto a las técnicas de relajación, manejo de contingencias, visualización y distracción, existen además otras intervenciones innovadoras como por ejemplo la realidad virtual. Este procedimiento utiliza la tecnología para desviar la atención del niño del dolor y su eficacia se ha demostrado en algunos estudios con niños con cáncer sometidos a procedimientos médicos invasivos.

Desde la Psicología, se dispone de numerosas técnicas para reducir el dolor en el cáncer infantil. Sin embargo, existen algunas limitaciones y retos para el futuro. Algunos desafíos que invitan a seguir trabajando en este campo son la necesidad de estructurar los tratamientos en manuales que permitan la réplica de los trabajos y su aplicación en el contexto clínico. Del mismo modo, sería necesario analizar en profundidad la eficacia de cada técnica. Por ejemplo, examinar qué tipo de distractor es más eficaz para lograr reducir el dolor o quién debe ayudar al niño a controlar la respiración durante un procedimiento médico. La realización de ensayos controlados podrían a su vez avalar la eficacia de terapias innovadoras como la realidad virtual. Por otro lado, podría ser interesante llevar a cabo estudios para conocer cuál puede ser la participación de los padres en las intervenciones psicológicas que se lleven a cabo. Por último, destacar que el tratamiento del dolor en el niño con enfermedad oncológica requiere de un equipo multidisciplinar que trabaje en coordinación para actuar sobre las necesidades del pequeño en cada momento.

El artículo original puede consultarse en la revista Psicooncología:
Orgilés, M., Méndez, F.X. y Espada, J.P. (2009). Procedimientos psicológicos para el afrontamiento del dolor en niños con cáncer. Psicooncología, vol. 6, 2-3, 343-356.

Sobre los autores:


Mireia Orgilés


Francisco Xavier Méndez


José Pedro Espada

Mireia Orgilés y José Pedro Espada son Profesores Titulares del Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Ambos desempeñan su labor como terapeutas en el Centro de Psicología Aplicada de la misma Universidad.

Xavier Méndez es Catedrático de la Universidad de Murcia, Especialista en Psicología Clínica y experto en tratamiento psicológico en la infancia. Es director de las colecciones Ojos Solares y Guías para Padres, de la editorial Pirámide, sobre desarrollo, intervención y tratamiento de niños y adolescentes. Los tres son autores de diversos manuales y monografías sobre terapia de conducta infantil. 

 

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