LOS PROGENITORES ANTE LA CUSTODIA COMPARTIDA

5 Nov 2008

Ana Mª Castillo Giner y Sandra Azorín González

En los últimos años ha habido un incremento del número de separaciones y divorcios en España. Cuando esto ocurre y hay niños en la familia, la guarda y custodia de los hijos debe regularse. Dado el auge de la custodia compartida, y puesto que en caso de ruptura los padres son quienes deciden cómo se reestructurará la vida propia y la de sus hijos, el trabajo que presentamos a continuación tuvo como objetivo explorar el conocimiento y la opinión de los padres respecto a la custodia compartida y los motivos que impulsan su rechazo o aceptación.

El estudio se realizó en una muestra de 295 padres y madres de hijos menores de edad de la población de Elda (Alicante), mediante un autocuestionario elaborado ad hoc para la investigación

Concepto de custodia compartida

Destacamos la desinformación acerca de las características definitorias de la custodia compartida. En lo relativo a la forma en que se toman las decisiones que afectan al menor (custodia legal) se halla una correspondencia con el significado real, ya que el 87,1% afirma que en esta modalidad las decisiones se toman de forma consensuada. Sin embargo, en lo que respecta a cómo se reparte el tiempo del menor entre padre y madre (custodia física), un tercio de la muestra opina que se corresponde con lo que habitualmente entendemos por custodia exclusiva. En definitiva, este sector opina que la custodia compartida es una custodia exclusiva pero consensuando las decisiones.

Las implicaciones de estos datos son importantes en la medida en que la elección del tipo de custodia tiene repercusiones en la vida de los progenitores y de los hijos, quienes ostentan el rol más vulnerable en este tipo de situaciones. Dado que una toma de decisiones apropiada parte de conocer todas las alternativas y las características de cada una de ellas, podemos decir que un porcentaje alto de los progenitores no están en disposición de tomar una decisión informada y, por tanto, adecuada.

 

Además, hemos observado que haber pasado por el proceso de separación no redunda en una mayor información sobre el concepto.

Posicionamiento frente a la custodia compartida y modalidad de custodia que solicitarían/han solicitado los progenitores

El posicionamiento ante la custodia compartida es muy favorable en nuestra muestra ya que el 90% afirma, en general, estar a favor y el 69,15% la solicitaría en caso de separación, aunque debemos recordar que dichos resultados están sesgados por el error de concepto del que hablamos antes.

Hombres y mujeres no se diferencian en su posicionamiento general hacia la custodia compartida. Sin embargo, ellos la solicitarían más que ellas. Además, y aunque en un porcentaje muy pequeño (6,3%), los hombres cederían la custodia a su expareja, mientras que las mujeres no lo harían en ningún caso.

Una vez acontecida la separación tanto el posicionamiento a favor como la solicitud de la custodia compartida disminuyen significativamente. Esto puede indicar que con la ruptura se producen incomunicación y tensiones que ocasionan un cambio de opinión sobre la elección del tipo de custodia, mientras que cuando se vive en pareja la visión del otro es positiva y se está más dispuesto a compartir las responsabilidades y derechos asociados a la custodia.

Motivaciones

Ya en 1987 Wallerstein y McKinnon concluyeron que uno de los factores que determinan el éxito de la custodia compartida es que la motivación para solicitarla sea el bienestar del menor. Nuestros resultados van en esta línea ya que el principal motivo de los padres para solicitar la custodia compartida es el derecho del niño de relacionarse por igual con ambos progenitores (73,49%). Otras motivaciones son: el derecho de los padres a relacionarse con el menor e influir en él (66,51%), la obligación de los progenitores de responsabilizarse del menor (50,23%), el menor sufrimiento de los hijos en la modalidad de custodia compartida (28,37%), el mayor desarrollo de los hijos en esta modalidad (17,67%), y la facilitación del cumplimiento del rol de padre (17,21%).

Los motivos que mantienen para no solicitarla son principalmente debidos a que el menor se desestabiliza por la alternancia de residencia (63,01%). Sin embargo, sólo un tercio de la muestra da importancia a la proximidad entre los domicilios paterno y materno. Otra de las motivaciones es la creencia estereotipada de la mejor disposición de las madres para la crianza (30,14%), todavía hoy muy arraigada en nuestra sociedad. En tercer lugar, aunque en menor medida, aparece la desconfianza en las habilidades parentales del otro progenitor (15,07%). Debemos tener en cuenta que el hecho de que los progenitores se perciban el uno al otro como personas importantes y necesarias para sus hijos y con competencia y habilidad suficiente para educarlos, es un factor de éxito en la custodia compartida (Junco, 2006).

En conclusión, los resultados obtenidos aconsejan una orientación previa al convenio de separación en la que se informe de los tipos de custodia y sus implicaciones y las circunstancias que aumentan la probabilidad de éxito en la custodia compartida si la eligen, además de cómo minimizar los conflictos asociados a la separación y los efectos negativos en los hijos.

Sobre las autoras:

Ana Mª Castillo Giner. Es diplomada en Educación Social y licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia, y Master en Psicología Jurídica y Mediación por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Actualmente desarrolla su labor profesional en el Servicio Público de Teleasistencia a Mujeres Víctimas de Violencia de Género.

Sandra Azorín González. Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia. Especialista en Psicología Jurídica y Mediación y actualmente psicóloga de la Unidad de Valoración Forense Integral de Violencia de Género adscrita al Instituto de Medicina Legal de Alicante.

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