“Los psicólogos que participen en emergencias y catástrofes necesitan están formados específicamente en este ámbito de actuación”-Entrevista a Pilar Bardera, jefa del Servicio de Psicología de la UME

8 Jun 2015

La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha iniciado la puesta en marcha de un Programa de entrenamiento psicológico para su personal de intervención, consistente en formar específicamente a los equipos de emergencias, dotándoles de las herramientas psicológicas adecuadas para minimizar el impacto de una catástrofe en los damnificados, y favoreciendo su propio fortalecimiento emocional y capacidad de afrontamiento ante situaciones estresantes.

Este Proyecto, denominado PSICUME, surge ante la necesidad de potenciar la fortaleza emocional de los intervinientes, dada la importante labor que desarrollan en la resolución de catástrofes y emergencias y la exigencia emocional que ello conlleva.

De este modo, el Plan de intervención psicológica de la UME aborda la preparación del personal mediante programas de entrenamiento psicológico basados en la evidencia empírica demostrada (BED) y se completaría con la creación de un Grupo Especial de Psicólogos de Emergencias (GEPSE) bajo coordinación de la UME.

El programa se articula a través de la “Cátedra Extraordinaria Comandante Sánchez-Gey” –surgida en el marco de un Convenio de Colaboración con la Universidad Complutense de Madrid-, con el propósito de desarrollar actividades de formación y capacitación, así como de promocionar el desarrollo y la innovación en el ámbito del apoyo psicosocial en emergencias y catástrofes.

M. Pilar Bardera Mora

Para hablarnos de este novedoso proyecto, Infocop Online ha querido entrevistar a la Comandante M. Pilar Bardera Mora, jefa del Servicio de Psicología de la UME.

Pilar Bardera es licenciada en Psicología por la UCM y doctora por la UNED. Psicóloga Especialista en Psicología Clínica, Máster en PRL, Máster en Gestión de Calidad y Experta en RRHH. Ingresó en las FAS en 1993, como Oficial Psicólogo, ocupando diferentes destinos y siendo desplegada en dos ocasiones en Bosnia Herzegovina. Ha sido profesora asociada en la Universidad Carlos III de Madrid y en la UNED, donde también ha desempeñado funciones de profesor-tutor y Coordinadora de Extensión Universitaria del Centro Asociado de Madrid. Es autora de varias publicaciones relacionadas con riesgos psicosociales en personal militar.

ENTREVISTA

A modo de introducción, ¿podría explicarnos qué es la Unidad Militar de Emergencias (UME) y cuál es su organización y funcionamiento dentro de las Fuerzas Armadas (FAS)?

La pregunta es muy amplia, pero intentaré dar respuesta a los aspectos más relevantes.

La UME fue creada en 2005, con la finalidad de intervenir de forma rápida en cualquier lugar del territorio nacional en caso de catástrofe, grave riesgo u otras necesidades públicas. Es una Unidad que cuenta con personal de los tres ejércitos (Tierra, Armada y Aire) y de los Cuerpos Comunes de la FAS (Jurídico, Intervención, Sanidad), y las funciones que tiene asignadas son de planificación, adiestramiento e intervención, fundamentalmente.

En cuanto a la organización y funcionamiento, existen diferentes normas que lo regulan. Así, en el Real Decreto 416/2006, de 11 de abril, se establece su organización y despliegue. Si bien, la Orden DEF1631/2014 modifica la estructura orgánica de la UME que recogía el citado Real Decreto.

La UME depende orgánica y operativamente del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, y funcionalmente de la Secretaría de Estado de Defensa, Subsecretaría de Defensa y de la Secretaría General de Política de Defensa. Esta Unidad está bajo el mando de un Oficial General del Ejército de Tierra, y cuenta con más de 3.500 efectivos especializados en diferentes capacidades y distribuidos por el territorio nacional en: Madrid, Sevilla, Canarias, Valencia, Zaragoza y León.

Los psicólogos de la UME estamos encuadrados en la Jefatura de Personal del Cuartel General, en Torrejón de Ardoz (Madrid).

Recientemente ha sido nombrada Jefa del Servicio de Psicología de la UME, ¿qué significa para usted ser psicólogo de la UME?

Ser psicólogo de la UME es, sin duda, una gran experiencia y una gran oportunidad. La experiencia y la oportunidad de poder llevar a cabo proyectos e intervenciones reales, de poder materializar la ayuda hacia personas de dentro y fuera de las FAS. Pero sobre todo, ser psicólogo en la UME, es formar y sentirse parte de un gran proyecto de servicio a la población, de una gran equipo de profesionales altamente especializados y con gran vocación, profesionales que confían, demandan y reconocen lo que la Psicología puede aportarles, su apoyo es fundamental para nosotros.

Desde su punto de vista, ¿qué papel juegan los profesionales de la Psicología dentro de las Fuerzas Armadas?

La Psicología puede hacer y hace, importantes aportaciones en las FAS. Su papel está regulado para casi todas las áreas de actuación (organizacional, social, clínica, educativa…). Se participa en procesos selectivos, formación y entrenamiento del personal, socialización, estudio de clima, satisfacción y bienestar, asesoramiento al mando, investigación y también desde el ámbito asistencial y de promoción de la salud.

Más concretamente, en materia de emergencias y catástrofes, ¿qué tipo de formación cree que es necesaria para el correcto desempeño de las funciones del psicólogo en este campo?

Según nuestra doctrina, los psicólogos que participen en emergencias y catástrofes, bien sea con el rol de coordinador o con el de interviniente directo, necesitan están formados específicamente en este ámbito de actuación, no vale sólo con ser psicólogo. Es importante que tengan conocimiento sobre el medio en el que van a trabajar -que no es otra sino una situación de desorganización y caos-, así como de las reacciones que son esperables en la población afectada. Deben conocer los principios de intervención en estos contextos y los primeros auxilios psicológicos.

Pero además de estas generalidades, deben estar formados en la evaluación y triage de riesgo psicológico, en toma de decisiones y en intervenciones específicas con personas vulnerables (ancianos, niños, discapacitados).

Precisamente, para formar a estos profesionales, entre otras cosas, la UME ha creado la Cátedra Extraordinaria «Comandante Sánchez Gey» de Intervención Psicológica en Emergencias, con la Universidad Complutense de Madrid, siendo la Directora de esta Cátedra la Dra. Mª Paz García Vera, profesora Titular de dicha Universidad. Esta Cátedra está centrada en el desarrollo de actividades de capacitación, formación y titulación, así como de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en el ámbito del apoyo psicosocial a la población en contextos de emergencias y catástrofes. La Cátedra inaugura sus actividades con la organización de un curso titulado “Intervención psicológica en desastres: ¿Estamos preparados?” que se llevará a cabo del 6 al 10 de julio en el marco de los Cursos de Verano Complutense en El Escorial. En este curso participarán psicólogos y especialistas en desastres de la Unidad Militar de Emergencias y de otras unidades del Ejército, junto con expertos del Consejo General de la Psicología de España (COP) y de la Cruz Roja Española, así como expertos internacionales del Gobierno de los Estados Unidos de América y profesores de universidades tanto extranjeras (Universidad de Miami) como españolas (Universidad Jaume I de Castellón y Universidad Complutense de Madrid). Desde estas líneas invitamos a cualquier psicólogo que lo desee a apuntarse en este curso durante el cual, además, llevaremos a cabo un ejercicio práctico. Se puede consultar información más detallada en la página Web de la Cátedra: http://www.ucm.es/catedrasanchezgey/

En relación con la pregunta anterior, ¿qué avances se han producido en el área de la intervención psicológica en desastres?

En los últimos años los organismos internacionales en el ámbito de los desastres han puesto énfasis en la necesidad de desarrollar planes estratégicos de intervención que sean capaces de:

(1) Predecir los daños y las consecuencias de las catástrofes en función de sus características y de los recursos de la comunidad afectada;

(2) Identificar a las personas y comunidades con más riesgo de sufrir las consecuencias negativas del desastre;

(3) Favorecer la creación y capacitación de recursos humanos que desde diferentes niveles de especialización se puedan activar y coordinar para dar una respuesta eficaz y eficiente a las demandas generadas;

(4) Someter las intervenciones individuales, grupales y comunitarias que se realizan en cada fase de un desastre (preincidente, impacto, rescate, recuperación y regreso a la vida) a procesos de evaluación que permitan mejorar los procedimientos y desechar los que no sirvan.

No hace falta decir que la Psicología está implicada en todos y cada uno de esos objetivos. En algunos de ellos con una trayectoria ya muy sólida, de años de trabajo de campo e investigación, como es, por ejemplo, en el campo de las terapias psicológicas para las víctimas con trastornos psicopatológicos, y, en otros casos, de forma más reciente y novedosa como es, por ejemplo, en la utilización de las redes sociales. También se han dedicado muchos esfuerzos a mejorar la selección y la formación psicológica de los intervinientes, se han elaborado muchas guías de autoayuda psicológica para la población, y los psicólogos están siempre presentes en la prestación y coordinación de los primeros auxilios psicológicos. Pero incluso en estas áreas hay grandes lagunas sobre la eficacia de los procedimientos utilizados.

Cabe también mencionar entre los resultados de las investigaciones psicológicas en desastres de los últimos años, aquellos que apuntan a (1) la necesidad de fortalecer a las comunidades afectadas teniendo en cuenta que esa fortaleza depende tanto de aspectos individuales como comunitarios, y (2) la necesidad de hacer seguimientos de las víctimas de alto riesgo y de las poblaciones con necesidades especiales, para así garantizar que se satisfacen sus necesidades a corto, medio y largo plazo.

Todos estos resultados serán precisamente objeto de las conferencias y mesas redondas que se realizarán durante el mencionado Curso de Verano Complutense de El Escorial dedicado a las intervenciones psicológicas en desastres.

Sabemos que, en la actualidad, la UME está llevando a cabo un proyecto denominado PSICUME. ¿Podría detallarnos en qué consiste y cuáles son sus objetivos?

PSICUME es el Plan de Psicología de la UME. Sus objetivos son: minimizar el impacto psicológico de la emergencia sobre los afectados y potenciar la fortaleza emocional de los intervinientes.

Es un plan que se desarrolla a través de cinco programas, como son los de: selección de personal, evaluaciones psicológicas periódicas, fortalecimiento y entrenamiento psicológico, capacitación y acreditación del GEPSE (Grupo Especial de Psicólogos de Emergencias) y el de formación de auxiliares.

Entre sus instrumentos cuenta con la mencionada Cátedra «Comandante Sánchez Gey», y entre sus premisas figura la validación empírica de todas sus técnicas, instrumentos o programas de entrenamiento.

La selección se centra en los aspectos positivos de las personas, en lugar de los negativos. Se evalúa tanto la personalidad como competencias específicas, buscando siempre aquellos sujetos que posean las capacidades más adecuadas para las funciones a desempeñar.

El programa de selección se complementa con otro de evaluaciones periódicas, conforme a la normativa específica para el personal militar.

Por su parte, el entrenamiento psicológico se estructura en tres niveles:

El Nivel básico, que es común para todos los miembros de la UME y aborda aspectos introductorios de la Psicología de Emergencias, primeros auxilios psicológicos y gestión de estrés en intervinientes.

El Nivel 2 de entrenamiento psicológico, es diferente según el grupo de intervención (rescate, riesgos tecnológicos y medioambientales, espeleólogos, buzos, etc.). Si bien, hay una parte común relacionada con la gestión de pensamientos positivos, entrenamiento en resiliencia y técnicas de autocontrol y gestión de estrés.

El Nivel 3, va dirigido a quienes precisan un nivel mayor de especialización en la intervención psicológica en emergencias, como el GEPSE, los entrenadores psicológicos de Unidad, o los participantes en el Curso de Experto en Catástrofes de la UME, por ejemplo.

El programa de entrenamiento está inspirado en los que están llevando a cabo otros ejércitos de nuestro entorno. Se trata de un programa proyectado en parte a través de una plataforma virtual, y en parte en talleres y sesiones presenciales.

En cuanto a la capacitación y acreditación del GEPSE, como ya he mencionado, se lleva a cabo a través de la Cátedra «Comandante Sánchez Gey», mediante diferentes módulos formativos.

El programa de formación de auxiliares o entrenadores, va dirigido a cuadros de mando, con la finalidad de que el entrenamiento psicológico sea algo transversal e integrado en las actividades cotidianas de la Unidad, y no acabe en el Nivel 2. De modo que estos mandos, formados en técnicas específicas, sigan manteniendo activos los recursos psicológicos del personal bajo su mando, siendo además las personas indicadas para detectar problemas específicos, tanto individuales, como grupales, que puedan requerir nuestra atención como psicólogos.

¿Qué actividades se están realizando en el marco de dicho proyecto y cuáles son las líneas de actuación futuras?

Aunque ya he hecho alusión a algunas de las acciones más inmediatas que estamos llevando a cabo, como el curso de la verano de la Cátedra, o la constitución del GEPSE. Mencionaré otras que también pueden resultar de interés.

Recientemente se presentó la validación empírica del módulo de Psicología incluido en el Curso Básico de Emergencias Tecnológicas de la UME. Módulo de 7 horas que, como se ha mencionado, se centra en la exploración y gestión de preocupaciones y pensamientos de este grupo específico de intervención. Estos resultados se presentaron en el Congreso de Sanidad Militar celebrado en Granada en 2014. En breve se pretende validar empíricamente el módulo correspondiente a los Equipos USAR de búsqueda y rescate urbano, que están certificados por INSARAG (ONU).

También se implantarán los nuevos procesos selectivos, en agosto de este año, para lo que se han desarrollado dos tipos de pruebas psicológicas (recursos psicológicos y competencias específicas), y se han revisado y ajustado todas las fases del proceso.

Se ha revisado y actualizado toda la formación de Nivel básico, aunque aún no ha sido implantada ni validada.

Se trabaja ya también, en la constitución de un Diploma específico de Psicología de Emergencias, promovido por la Cátedra.

¿Podría señalarnos qué implicaciones tiene la puesta en marcha de un proyecto de esta naturaleza? ¿Cuáles son sus expectativas al respecto?

Desde nuestra Unidad pensamos que este proyecto era necesario, si queríamos seguir mejorando hacia la excelencia en el servicio que prestamos, garantizando además, el bienestar y la salud, tanto de los ciudadanos, como del personal de la UME.

Creemos que es un proyecto único y vanguardista, pues implementa los últimos avances en este ámbito de actuación, en todas sus facetas. Por ello, nuestras expectativas son altas, aunque ajustadas a las demandas de la sociedad.

Para finalizar, ¿desea añadir algún otro comentario?

Simplemente agradecerles la atención que han mostrado por nuestro proyecto, deseando que la entrevista resulte de interés para sus lectores. Muchas gracias. Estamos a su disposición en la UME.

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