Acceso
Los teléfonos inteligentes son el medio preferido para conectarse online para la mayoría de los niños y las niñas en toda Europa. Esto supone una mayor conectividad «en cualquier lugar, en cualquier momento», y con una frecuencia cada vez mayor.
Los resultados revelan un aumento sustancial, tanto en la proporción de niños que usan teléfonos inteligentes como en la cantidad de uso de Internet, en comparación con el año 2010. El tiempo que los niños invierten online cada día se ha duplicado en muchos países, concretamente, en España, el tiempo de exposición ha pasado de aproximadamente una hora a tres horas diarias.
Los niños y las niñas de 15 a 16 años tienen más probabilidades de utilizar teléfonos inteligentes diariamente en comparación con los más pequeños y las más pequeñas, e invierten aproximadamente el doble de tiempo online que los/as de 9 a 11 años.
A medida que los dispositivos de acceso a Internet continúan cambiando, en la mayoría de los países, menos de la mitad de los niños y las niñas de 9 a 16 años acceden a Internet a través de un ordenador portátil o de escritorio. Las cifras muestran que entre un 3% y un 15% de los niños y las niñas se conectan a través de un dispositivo portátil y entre un 1% y un 18% lo hace a través de un juguete conectado.
En algunos países, los televisores inteligentes son más populares que las tabletas (e incluso los ordenadores), esta frecuencia de uso oscilan entre el 17% (Italia) y el 75% (España).
El número de niños que se conectan a Internet todos los días con un juguete inteligente oscila entre el 0,4% (Serbia) y el 18% (Francia), mientras que el uso de dispositivos portátiles varía entre el 3% (Croacia e Italia) y el 15% (España).
Prácticas y habilidades
Las experiencias online de los niños y las niñas han cambiado considerablemente en la última década, con YouTube cada vez más popular, y con las plataformas de redes sociales dando paso a Instagram y otras aplicaciones destacadas.
Ver videos, escuchar música, comunicarse con amigos/as y familiares, visitar un sitio de redes sociales y jugar online encabezan la lista de actividades que los niños y las niñas realizan a diario.
Si bien en la mayoría de los países, más de la mitad de los y las menores usan las redes sociales al menos una vez a la semana, hay algunos países en los que no es así: la mitad de los niños españoles y las niñas españolas y poco más del 40% de los y las de Francia, Alemania y Malta nunca o casi nunca visitan un espacio de redes sociales.
Aunque no se aprecian diferencias de género en el acceso a redes sociales entre los niños y las niñas en Europa, sí se observa que los juegos siguen teniendo género: en la mayoría de los países, alrededor del doble de niños juegan a videojuegos online a diario, en comparación con las niñas.
Con respecto a las competencias y habilidades digitales de los niños y las niñas de 12 a 16 años, la mayoría de países obtuvieron puntajes altos en habilidades operativas y sociales; sin embargo, las habilidades de navegación e información son particularmente bajas en España, Suiza, Alemania, Francia e Italia.
Riesgos y oportunidades
La proporción de niños y niñas que revelan haber sufrido una experiencia negativa online aumenta con la edad, sin ninguna o escasas- diferencias de género en la mayoría de los países.
Aquellos y aquellas que admitieron haber pasado por una experiencia de esta índole, manifestaron que había sucedido algunas veces, pero no con frecuencia.
En casi todos los países, los niños mayores informan haber visto mensajes de odio con más frecuencia que los niños más pequeños.
La mayoría de las veces, cuentan su experiencia negativa a sus padres o un amigo (rara vez a un o una docente o profesional). Gran parte de los niños y las niñas afirman saber cómo reaccionar ante conductas de otras personas que no les gustan, indicando haber empleado una variedad de estrategias, como cerrar la ventana o la aplicación, bloquear a la persona problemática o ignorar el problema. Empero, algunos admiten sentirse culpables por lo sucedido.
Entre los niños y las niñas de 12 a 16 años, el porcentaje que ha recibido un mensaje de índole sexual durante el último año oscila entre el 8% (Italia) y el 39% (Flandes), principalmente entre los y las más mayores.
El porcentaje de jóvenes de 9 a 16 años que informaron haber visto algún tipo de imagen sexual en el último año osciló entre el 21% (Francia) y el 50% (Serbia), siendo Internet el medio más común de acceso. Nuevamente, esta exposición se dio, principalmente, entre los y las más mayores. Destaca el hecho de que la proporción de niños y niñas que se sienten molestos frente a este tipo de imágenes es similar a la de aquellos y aquellas a los que les agrada.
Entre 1 de cada 2 y 1 de cada 4 niños y niñas han hablado con desconocidos a través de Internet especialmente los y las más mayores-, y 1 de cada 6 ha quedado personalmente fuera de la Red.
En relación con el acoso online, en todos los países, hay más niños y niñas que manifiestan haber sido víctimas de ciberacoso, que agresores. En España, junto con la República Checa, Polonia y Rumania, el porcentaje de niños agresores es mayor que el de niñas.
Contexto social
En casi todos los países, la mayoría de los niños cuentan con la mediación activa de sus padres, más centrados en fomentar el uso seguro de Internet que en alentar a sus hijos e hijas a explorar las oportunidades que ofrece la Red.
Los padres son la principal fuente de ayuda cuando les sucede algo molesto online. Los amigos son reportados como fuentes de ayuda por un menor número de niños y niñas, siendo los y las docentes la fuente de ayuda menos utilizada.
Los resultados muestran que los padres a menudo no usan ningún tipo de mediación restrictiva; sin embargo, se prohíbe con más frecuencia a los niños más pequeños que a los mayores el acceso a redes sociales.
Empero, los padres no siempre son una fuente de apoyo. En muchos países, hasta un tercio de los niños y las niñas revela que sus padres habrían publicado información sobre ellos/as en Internet sin consultarles.
Por otro lado, aproximadamente uno de cada diez niños no se siente nunca seguro navegando por Internet. Más negativamente, entre el 3% (Noruega) y el 44% (España) de los niños y las niñas no encuentran nunca otras personas amables y/o serviciales.
Con respecto a la mediación inversa, en algunos países hay niños y niñas que ayudan con frecuencia a sus padres a encontrar algo difícil en Internet. Para los autores, esto puede indicar una brecha generacional continua, donde los padres van a la zaga de sus hijos en habilidades digitales. No obstante, desde una perspectiva más positiva, puede sugerir que los padres no tienen miedo de dejar que sus hijos e hijas los ayuden, y que las familias comparten el desafío de aprender a administrar el entorno digital juntos.