El pasado mes de mayo la revista American Psychologist publicó una revisión exhaustiva sobre los más de 40 años de investigación acerca del acoso entre los jóvenes en edad escolar, en la que se documenta la actual situación de esta cuestión tan compleja, y se sugieren directrices para la investigación futura. Aunque siempre han existido agresores en nuestra sociedad, el bullying como una forma distinta de agresión interpersonal no se ha estudiado de forma sistemática hasta el año 1970. Desde entonces la atención que se ha prestado al tema ha crecido de forma exponencial. Este monográfico comienza con una introducción general, seguida de cinco artículos sobre diversas áreas de investigación referente al bullying, incluyendo los efectos a largo plazo del bullying en la edad adulta, las razones por las que los niños acosan a otros, los efectos de las leyes contra el bullying, o las formas de traducir la investigación en práctica para acabar con este problema. | |
A continuación se presentan los cinco artículos de este monográfico, con un breve resumen de los mismos y el enlace para acceder a cada uno de los trabajos completos: Consecuencias a largo plazo del abuso entre iguales en la infancia y la adolescencia: vías para el ajuste o el desajuste, escrito por Patricia McDougall y Tracy Vaillancourt ( Long-Term Adult Outcomes of Peer Victimization in Childhood and Adolescence: Pathways to Adjustment and Maladjustment). La experiencia de ser acosado es dolorosa y difícil. Su impacto negativo, – en el funcionamiento académico, la salud física y mental, las relaciones sociales y la auto percepción-, puede perdurar pasados los años escolares. Pero no todos los niños que han sido víctimas se convierten en adultos inadaptados. En este artículo se proporciona una visión general de las consecuencias negativas que presentan las víctimas en la infancia y la adolescencia, y a veces en la edad adulta. Además, se analizan los resultados de estudios prospectivos para identificar los factores que conducen a diferentes consecuencias en diferentes personas, incluyendo su biología, la duración, la red de apoyo y la autopercepción. Un marco relacional para la comprensión del Bullying: antecedentes del desarrollo y consecuencias, de Philip Rodkin, Dorothy Espelage y Laura Hanish ( A Relational Framework for Understanding Bullying: Developmental Antecedents and Outcomes). ¿Cómo distinguir el acoso escolar de la agresión en general? En esta revisión se describe el bullying desde una perspectiva de relación. Lo que distingue el bullying de otros tipos de agresiones, es que en el bullying debe existir una relación entre el agresor y la víctima, tiene que haber un desequilibrio de poder entre los dos y que debe llevarse a cabo en un periodo de tiempo. Desde esta perspectiva, la imagen de los agresores como jóvenes socialmente incompetentes que dependen de la coacción física para resolver los conflictos, no es más que un estereotipo. Aunque este tipo de agresor-víctima existe, los autores describen otro tipo de agresores socialmente más integrados y con altos niveles de popularidad entre sus compañeros. De la investigación a la práctica en la prevención del bullying por Catherine Bradshaw ( Translating Research to Practice in Bullying Prevention). Este artículo revisa la investigación relacionada con el desarrollo de un conjunto de recomendaciones para programas eficaces de prevención del bullying. A partir de los diferentes resultados de los programas existentes, la autora trata de identificar los elementos centrales de los programas más prometedores (por ejemplo, la participación de la familia o las estrategias de manejo del aula consistentes) y recomienda un enfoque de salud pública en tres niveles, para atender a los estudiantes en todos los niveles de riesgo. Según la autora, los esfuerzos para la prevención deben ser sostenibles e integrados, para lograr un cambio. Leyes y políticas acerca del acoso escolar realizado por Dewey Cornell y Susan Limber ( Law and Policy on the Concept of Bullying at School). Desde el tiroteo en un instituto de Columbia en 1999, todos los estados, excepto uno, han aprobado leyes contra el bullying; esto, junto con las muchas sentencias de los tribunales, han hecho a las escuelas más responsables de este problema. Desafortunadamente, los enfoques jurídicos y políticos actuales, fuertemente arraigados en las leyes sobre el acoso y la discriminación, no proporcionan una protección adecuada para los estudiantes acosados. En este artículo, los autores proporcionan una revisión del marco legal que sustentan muchas de las leyes anti-bullying y hacen recomendaciones para abordar con eficacia el problema del bullying. Entender la Psicología del Bullying: Hacia un modelo social-ecológico de Diátesis-Estrés de Susan Swearer y Shelley Hymel ( Understanding the Psychology of Bullying: Moving Toward a Social-Ecological Diathesis-Stress Model. La participación de los niños en el bullying varía según el rol de cada uno y a través del tiempo. El bullying es una forma compleja de agresión interpersonal que puede ser tanto un proceso de uno-a-uno, como un fenómeno grupal. Afecta negativamente, no sólo a la víctima, sino también al agresor y los testigos. En este trabajo los autores sugieren un modelo integrado para examinar el bullying y la victimización, que reconoce la naturaleza compleja y dinámica del bullying a través de múltiples ajustes a lo largo del tiempo.
Referencia: American Psychologist. Special issue: School Bullying and Victimization, 70 (4) 2015. Fuente: APA |
