Más allá de las fronteras: Práctica Meditativa, Práctica Clínica e Investigación Científica
21 Feb 2017
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Este artículo trata de explicar un proceso de más de tres décadas de práctica clínica e investigación que parte de entender la implicación de la herencia en el proceso psicoterapéutico. Comprendería pues una forma de entender la memoria desde los procesos no-lineales que tiene en cuenta las ideas de Humberto Maturana, Francisco Varela e Ilia Prigogine (Almendro, 2002; Almendro y Weber, 2012). La controversia sobre los estados de consciencia durante la práctica de meditación/mindfulness, hace que nos acerquemos a una realidad que parece situarse más allá de los conceptos. Recogemos de investigaciones punteras que se hace necesario distinguir entre método y estado. Es evidente que el mindfulness que tiene su origen en el budismo es considerado como efectivo a partir de hallazgos neurocientíficos que han comprobado que produce insights muy válidos para el proceso psicoterapéutico. Hay controversia a niveles internacionales por cómo se están llevando a cabo los procesos de investigación a partir de la explosión del mindfulness, y del MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction Program). | |||
Una propuesta Ante esta situación el artículo propone la necesidad de un triple acercamiento a la práctica de meditación/mindfulness, conjugando: (1) práctica meditativa (PM), (2) práctica clínica (PC) y (3) investigación científica (IC). A partir de aquí se desarrolla una nueva forma de categorizar los estados de consciencia durante la práctica. Junto con esta tríada entendemos que la diada primera/tercera persona en el proceso investigativo es de vital importancia. El nivel de implicación del investigador en la experiencia meditativa a partir de observarse en primera persona se establece como proceso previo para ser observador en tercera persona. La sutileza de esta experiencia la pone de manifiesto el profesor José María Prieto (2007) en la identificación entre psique y el chi (energía) de la antigua china. La importancia de la memoria en nuestra práctica es considerada vital como lo ha sido en los procesos meditativos tradicionales y también actualmente a partir de la relevancia de la red neuronal por defecto (DMN, Default Mode Network), es decir del modo de actuación por defecto de la mente cercano a la mente errática durante la práctica meditativa y que estaría en relación con la memoria del futuro (Ingvar, 1985) cuya base reside en la memoria autobiográfica. Hemos comprobado que esta mente errática está atrapada de forma estresante entre el pensamiento anticipativo sobre el futuro y el pensamiento refractario del pasado. La meditación-mindfulness trata de regular este estrés tras alcanzar el «silencio mental», método por el cual se establece que dada esta práctica la psicología vuelve a casa. Atractores, fractales, rutas, corazas y traumas familiares encuentran dentro de la complejidad una forma de ser puestos a descubierto, como si nos encontráramos ante un ADN psicológico. Crisis emergente es la forma en cómo se entiende el síntoma que rompe el orden de la normalidad del paciente- a partir de la positivación de lo patológico ya que el síntoma no es un enemigo de la salud mental (Mahoney y Moes, 1997). El vórtice sensibilidad-inestabilidad-bifurcación (Almendro, 2002; Almendro y Weber, 2012) forma una de las tríadas que llevan consigo un proceso terapéutico que implica una transformación evolutiva en el paciente en el sentido de alcanzar un proceso reorganizativo como clave curativa. Entendemos que este proceso se acerca a las tesis de Berkovich-Ohana y Glikson (2014) en su modelo del espacio de los estados de consciencia (CSS, consciouness state space). Categorización de los estados En el artículo aportamos una nueva categorización de estados de consciencia durante la práctica meditativa: Mente Una (MU), Mente en Silencio (MS) y Consciencia Penetrante (CP). En mente Una (MU) se dan algunos procesos cognitivos-afectivos -aparecen pensamientos, emociones, resistencias -propios del comienzo del proceso. En el siguiente estado, Mente en Silencio (MS) los pensamientos casi desaparecen. Y en Consciencia Penetrante (CP) se produce el gran silencio. De acuerdo con las leyes de los Sistemas No Lineales (SNL), entendemos que el proceso de sensibilidad se da en MU, los pensamientos albergan una relación sujeto-objeto. En inestabilidad (MS) los sujetos reportan el incremento del silencio unido a la tensión meditativa y a la dificultad para describir el proceso. Aquí se daría la experiencia del awareness-consciencia autoperceptiva que caracteriza al mindfulness. En la bifurcación (CP) aparece la experiencia del vacío sin pensamientos -puesto de manifiesto en otras investigaciones- y que caracterizaría al meta-awareness o meta-mente. Neurofenomenología de los estados. Cabe recalcar que en nuestras investigaciones destacamos el valor de integrar los SNL con la perspectiva primera/tercera persona, tal como propugna el enfoque neurofenomenológico. En esta línea, en una investigación reciente (López, 2016), utilizando la técnica de Respiración Ventral (RV) y el enfoque neurofenomenológico, se estudian los correlatos neuroeléctricos (utilizando técnicas de EEG) de los tres estados: MU, MS y CP. Los resultados muestran que en CP se registra mayor actividad de las ondas más rápidas en áreas parietales-occipitales (sobre todo en la frecuencia gamma), y menores en ondas más lentas (theta) en algunas áreas posteriores, y en beta1 frontal. La mayor actividad gamma posterior indica que los estados más profundos van acompañados de una mejor y más integrada percepción sensorial. Por otro lado, la menor potencia en la banda theta en áreas posteriores indica una menor distracción más presencia- , mientras que la menor actividad beta1 frontal indica menor actividad analítica de los contenidos de la experiencia. En resumen, en CP se da una mayor capacidad perceptiva, sin juicio y con más presencia. El artículo completo puede encontrarse en la Revista Journal of Psychology and Psychotherapy:Almendro, M., y López, E. (2016). Beyond Frontiers: Meditative Practice, Clinical Practice and Scientific Research. Journal of Psychology and Psychotherapy, 6:281. | |||
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