Desde el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid nos encontramos comprometidos con todas aquellas personas que conviven a diario con la enfermedad mental y la discapacidad, así como con sus familiares. Siendo conscientes de la implicación que para toda esta población puede tener la situación actual por la pandemia de Covid-19, elaboramos la presente Guía cuyo único objetivo es el de aportar algunas pautas útiles en el manejo de la situación actual. El diagnóstico de una enfermedad mental y de discapacidad tiene un impacto importante en nuestras vidas. En todo caso, cuidar las rutinas y favorecer un estilo de vida que contemple pautas saludables siempre es adecuado, si bien éstas se han visto afectadas por la situación actual. Es muy probable que durante estos días tengamos sentimientos extraños, incuso llegando a ser complicado definirlos. Permite y acepta las emociones propias, darse tiempo para comprender los propios sentimientos y necesidades es fundamental. Puede que en ocasiones sean molestas, es normal, necesitamos un tiempo para aprender a manejar mejor todo lo que nos está ocurriendo. No relaciones las reacciones emocionales esperables por la situación de emergencia con empeoramiento de la enfermedad previa. El hecho de tener una enfermedad mental no lo explica todo. La situación actual afecta a toda la población en mayor o menor medida. Tus reacciones, de ansiedad, de mayor nerviosismo, etc. son reacciones normales que aparecen en un gran número de personas y son independientes de problemas previos. Intenta detectar de forma concreta qué situaciones crees que tienen que ver con tu enfermedad, incluso, escríbelas. Date un tiempo para observar si las mismas permanecen. Identificar y reconoce pensamientos y estados de ánimo que puedan generarte malestar. Es frecuente tener pensamientos intrusivos en relación a las situaciones de contagio, por ejemplo. Identifica y racionaliza. Lo mismo pasa con tus emociones, reconócelas. No ocultes o reprimas los sentimientos. Tener angustia, miedo y sentirse vulnerable es absolutamente normal. Crea espacios para favorecer la expresión de esos pensamientos y sentimientos. El miedo no es una emoción mala de por sí. Siempre, y más en este caso, tiene una función adaptativa. Lo más importante es qué hacemos con ello y poder dirigirnos a estrategias que nos ayuden a manejarlo. Por otro lado, es bueno saber que está bien no estar bien. Como hemos dicho, lo fundamental es saber salir de esta emoción que nos puede asustar, no dejar de sentirla. Las rutinas de autocuidados y de hábitos saludables ahora son más importantes que nunca. Establece horarios y cosas sencillas que hacer. Mantén el sueño y la alimentación, las pautas de higiene, pequeñas actividades de ejercicio y no olvides la pauta de medicación si la tienes prescrita. No estés pendiente permanentemente de la información. Cualquier duda sobre esta situación puedes consultarla con las personas con las que convives. Si dispones de medios mantente en contacto con las personas del centro de día, rehabilitación o centro de salud metal con las que has compartido tratamiento o actividades rehabilitadoras. Tenemos muchas oportunidades de comunicación, aprovéchalas. Por supuesto, en tu centro de referencia podrás consultar cualquier duda que tengas acerca de tu sintomatología si crees que hay algo que no consigues manejar adecuadamente.
Se puede acceder a la guía a través del siguiente enlace: Guía de intervención para personas con enfermedad mental y discapacidad |