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Las tasas de depresión entre los médicos en formación práctica se han estimado en alrededor del 30%.
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Una encuesta con 3.500 médicos revela que el 73% elegiría divulgar un problema de salud mental a familiares o amigos en lugar de confiar en un profesional de la salud.
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Uno de cada tres miembros del personal laboral del SNS se ha sentido mal debido al estrés relacionado con el trabajo y uno de cada dos miembros del personal ha asistido al trabajo a pesar de sentirse mal, porque se sintió presionado por su jefe de equipo, sus colegas de profesión o por ellos mismos.
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El coste de la mala salud mental en el personal laboral del NHS equivale a £ 1.794 – £ 2.174 por empleado por año.
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Acabar con el estigma: en comparación con hace diez años, los estudiantes de Educación Superior tienen ahora cinco veces más probabilidades de revelar una problemática de salud mental.
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El retorno de la inversión en intervenciones de salud mental en el lugar de trabajo es de £ 4,20 por cada £ 1 gastado.
Todos estos datos y cifras contextualizan e introducen el nuevo informe publicado por Health Education England (organismo público no departamental de Reino Unido que aboga por la mejora de la Salud y la excelencia en la atención médica, a través de la formación y capacitación del personal laboral del SNS), un documento donde se recoge una serie de conclusiones de la recién creada Comisión para el bienestar mental del personal y los estudiantes del Sistema Nacional de Salud de Reino Unido.
Bajo la premisa de la fuerte evidencia existente de que un personal laboral feliz es más compasivo y brinda una atención más segura, la Comisión analiza en su informe algunos de los desafíos reales a los que se enfrenta diariamente tanto el personal laboral del SNS como los estudiantes en formación práctica y que pueden afectar negativamente su bienestar, y establece algunas recomendaciones que podrían adoptarse, con el objetivo de que conseguir un SNS donde el personal laboral y los alumnos en prácticas estén contentos y se sientan realizados y orgullosos de la atención que ofrecen a sus pacientes.
A lo largo de sus páginas, el documento aborda los siguientes temas clave:
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Preparación para las transiciones: la importancia de las diversas transiciones por las que pasa un individuo es un tema constante: el paso de la escuela al instituto, de aquí a la Educación superior y, finalmente, al ámbito laboral. Los autores consideran fundamental el modo en que se prepara a las personas para los grandes cambios que se producirán en sus vidas.
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Necesidades diversas: la dificultad de hacer las transiciones de la vida puede exacerbarse por muchas razones, incluidos los antecedentes socioeconómicos, la diversidad cultural o la discapacidad; la Comisión considera esencial prestar atención particular a estos desafíos.
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Necesidad de cuidarse a sí mismos: si una persona es intolerante con su propia angustia, es posible que no pueda tolerar la angustia de los demás. Con esta afirmación, el informe incide en la necesidad de apoyar una cultura de aprendizaje y en el lugar de trabajo que fomente la compasión hacia uno mismo, donde el autocuidado está «normalizado».
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Ser seres humanos: algunos médicos pueden sentir la necesidad de adoptar una actitud de superhéroes» para hacer frente a la presión propia de su rol; empero, el documento subraya la importancia de reconocer en la atención médica que ser un ser humano y tener un alto desempeño no son dos factores mutuamente excluyentes.
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Cuidar a los cuidadores: partiendo de la siguiente pregunta: ¿quién cuida a aquellos que cuidan a las personas?, la Comisión considera relevante mejorar la forma en que nos cuidamos a nosotros mismos y a nuestros colegas, para estar en mejor disposición de atender las necesidades de los pacientes.
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Angustia moral: el SNS atrae a personas de naturaleza afable, pero cuando las limitaciones institucionales comprometen las percepciones del nivel de atención ofrecido, el personal laboral puede desarrollar un sentimiento personal de culpa.
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Duelo por exposición: todo clínico está expuesto a lo largo de su vida a diversas experiencias de trastornos, traumas y muerte; de hecho, los profesionales que trabajan en pro del cuidado de la salud, tienen necesidades emocionales y psicológicas muy diferentes a los que desarrollan su labor en otros sectores.
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Duelo por suicidio: según la Comisión, en el caso de los profesionales de la clínica y la educación, el suicidio de colegas de profesión puede tener un efecto devastador, pudiendo experimentar sentimientos de culpa por la muerte de los mismos.
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Cuidar de sus seres queridos: los profesionales de la salud no trabajan de manera aislada en el mundo, por lo que el informe considera crucial el considerar cómo su bienestar en el trabajo se ve afectado y afecta a la familia y los amigos/colegas, especialmente en los casos más trágicos, en los que las personas son víctimas del suicidio.
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Tomarse un descanso: a menudo bajo la presión de los compañeros o de la cultura laboral aceptada, el personal laboral puede sentirse presionado para trabajar turnos largos sin descanso, trabajar a pesar de estar enfermos (presentismo) e incluso no disfrutar de las vacaciones anuales, especialmente cuando el personal no cuenta con suficientes recursos.
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Las cosas más simples: el bienestar en el trabajo debe abordarse estratégicamente en todo el SNS, pero a menudo son las cosas más simples del ámbito laboral las que pueden marcar una gran diferencia (por ej., los casilleros del personal, las duchas, contar con una sala tranquila o un espacio psicológicamente seguro para reunirse con otros para hablar de un caso la disponibilidad de alimentos nutritivos, de café, etc.).
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Rol de la tecnología: la tecnología se erige como la causa probable y la posible solución a algunos problemas de bienestar; de este modo, el informe pone de manifiesto la relevancia incremental del rol de los dispositivos tecnológicos y las redes sociales.
A tenor de lo anterior, y tras analizar la situación actual, la Comisión ofrece una serie de recomendaciones sobre la prestación de servicios de salud de alta calidad, de cara a apoyar la salud mental y el bienestar del personal y los estudiantes, tales como la garantía del personal y los estudiantes del SNS para acceder a un servicio de intervención psicológica, la creación de protocolos organizativos claros en casos de muerte por suicidios (incluyendo aquí el apoyo psicológico a los compañeros), o la necesidad de disponer de espacios adecuados, accesibles, psicológicamente seguros y confidenciales para socializar, compartir y discutir experiencias y descansar, entre otras.
Con motivo de la publicación de este informe, la Sociedad Británica de Psicología (British Psychological Society), ha manifestado su beneplácito con el mismo, considerándolo un importante paso adelante en el reconocimiento de las necesidades psicológicas de las personas que trabajan en un entorno altamente estresante y orientado a objetivos como es el Sistema Nacional de Salud. A este respecto, afirma dado el gran número de empleados del SNS que mencionan el agotamiento como una posible razón para considerar abandonar su profesión, este enfoque en el bienestar del personal es bienvenido desde hace mucho tiempo. En la misma línea, indica, si se siguen las recomendaciones de este informe, se pueden cambiar las vidas de muchos miles de empleados, incluidos más de 20.000 profesionales de la Psicología que desempeñan una labor vital en el SNS.
Se puede acceder al informe desde la página de Health Education England, o bien directamente a través del siguiente enlace:
NHS Staff and Learners Mental Wellbeing Commission
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