La depresión, un problema con graves carencias de atención en el sistema sanitario público

El 9 de febrero, el mundo.es publicó una noticia con el título “El pésimo abordaje de la depresión en España”, sacando a la luz una de las principales preocupaciones y debates que hemos abordado en Infocop en diferentes ocasiones, referente a la dificultad existente en nuestro sistema sanitario público para acceder al tratamiento más eficaz y recomendado por las principales guías de práctica clínica para la depresión: los tratamientos psicológicos y, en concreto, la terapia cognitivo-conductual.

El artículo señala este grave problema haciéndose eco de una de las últimas revisiones sobre la depresión publicada en la revista Annals of Internal Medicine. En dicho estudio, elaborado por el Colegio Americano de Médicos, se realizó una comparación de los beneficios y daños de los antidepresivos y los tratamientos psicológicos para el manejo de la depresión.

Según se concluye en la revisión y tal como refleja el artículo de elmundo.es: “la terapia cognitivo conductual es una aproximación razonable para el inicio del tratamiento y debería considerarse encarecidamente como una alternativa a los fármacos, y después de que el médico discuta con el paciente sobre los efectos secundarios, el coste, la accesibilidad y las preferencias de este”.

Ángeles López, autora del artículo de elmundo.es, pone el acento en la disparidad existente entre la forma de proceder recomendada por la investigación científica y la realidad de la práctica clínica, subrayando algunos de los principales obstáculos presentes en nuestro sistema sanitario, tales como la ausencia de un protocolo para tratar a las personas con depresión leve o moderada en Atención Primaria, la tendencia a recetar fármacos para los trastornos de depresión o ansiedad, la carencia de psicólogos en este nivel asistencial (que es donde se suelen tratar los problemas de depresión leve o moderada), la dificultad para acceder a un tratamiento psicológico al tener el paciente que ser derivado previamente a un psiquiatra (que a su vez debe derivar al psicólogo) o la dificultad o imposibilidad para poder poner en marcha programas de tratamiento psicológicos de la manera que se requieren para garantizar su calidad (por la excesiva demanda, los prolongados tiempos de espera y el escaso tiempo disponible por paciente). La falta de psicólogos, evidenciada en la escasez de oferta de plazas PIR, es otro de los aspectos que Ángeles López menciona en su texto, señalando además que en estos momentos constituye una reclamación de “Atención Primaria, Psiquiatría y Psicología”.

El artículo recoge también la opinión de algunos profesionales sanitarios que viven el día a día de la atención a la salud mental en España. Tal es el caso de Gabriel Rubio, jefe de la Sección de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre, que en relación con el estudio de Annals of Internal Medicine afirma que los resultados «aportan una evidencia que podría cambiar la manera de tratar a un paciente en el sistema sanitario americano y europeo. Está claro que lo más fácil es recetar antidepresivos, pero este estudio ayudará a contribuir a que haya mayor conciencia por parte del paciente a que diga que no quiere fármacos si prefieren ser tratados por un psicólogo. El sistema sanitario debería contribuir a esto. A nosotros, el paciente ya nos viene con el fármaco puesto».

Asimismo, el artículo incluye la valoración de Antonio Cano Vindel, catedrático en Psicología y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, quien subraya algunas de las ventajas del tratamiento psicológico frente al farmacológico en la depresión, y entre las que menciona la ausencia de efectos secundarios, la posibilidad de administrar tratamiento a mujeres embarazadas sin riesgos para su salud, la ausencia de caídas accidentales (los fármacos aumentan un 60% ese riesgo), accidentes de tráfico o laborales, así como la disminución de las recaídas. La noticia del elmundo.es también señala que la implementación de tratamientos psicológicos basados en la evidencia en Atención Primaria es una iniciativa que ha demostrado su coste-eficacia en otros países. En contraposición, la falta de una atención de calidad para el abordaje de la depresión en nuestro país “supone un gasto de más de 20.000 millones de euros”, tal y como afirma este experto y es recogido en dicho texto.

En conclusión, la noticia pone en evidencia que los trastornos de salud mental, y en concreto, la depresión, no están recibiendo el mejor tratamiento posible, siendo un problema ignorado por los responsables de las políticas sanitarias a pesar de su gran incidencia y del serio impacto que supone un abordaje poco eficaz para la economía del país.

Como saben los lectores de Infocop, todas estas cuestiones fueron mencionadas también en el transcurso del último Desayuno de Infocop sobre la Mejora de la Salud Mental en España, donde diferentes representantes políticos y de asociaciones de psicología clínica, manifestaron su preocupación al respecto (más información aquí).

Fuente:

Elmundo.es